Irregular, texturada, única. Esta fue la primera joya creada para N28, y conserva la fuerza bruta del comienzo. Inspirada en un mural de piedras, su forma parece crecer por capas, como si hubiese emergido de la tierra.
Cada superficie es distinta, imperfecta a propósito, pensada para sentirse como una pieza encontrada más que fabricada.
Disponible en bronce o alpaca, es un homenaje al gesto inicial: cuando todo empieza a tomar forma.