Un collar que parece esculpido por el tiempo.
Formado por eslabones irregulares de textura rústica, esta pieza propone una belleza que escapa a la perfección simétrica. Cada módulo es distinto, como si hubiese sido encontrado en la naturaleza y fundido en metal.
El broche –inesperado, casi escultórico– funciona como punto focal y sello de diseño.
Hecho a mano en Buenos Aires, este collar combina lo orgánico con lo estructural, lo crudo con lo sofisticado.
Disponible en bronce bañado en oro 18k o en plata.